Botox es una marca de la toxina botulínica, que fue aprobada por la FDA para uso cosmético en 2002.
Desde entonces, su inyección se ha convertido en uno de los procedimientos cosméticos más comunes.
¿El Botox es tóxico?
Sin embargo, se han planteado muchas preocupaciones sobre los posibles efectos secundarios. Las toxinas botulínicas se encuentran entre los venenos más tóxicos conocidos por los humanos, con una dosis letal de aproximadamente 1 ng por kilogramo de peso corporal.
Hay siete tipos serológicamente distintos de toxinas botulínicas.
La toxina botulínica A (utilizada en tratamientos cosméticos) es el serotipo más potente, con una toxicidad un millón de veces mayor que el veneno de cobra, ¡y mucho mayor que el cianuro! Si bien el uso de botulinum tiene beneficios para fines médicos específicos (por ejemplo, se puede usar para tratar los problemas de retracción del párpado superior asociados con la enfermedad ocular tiroidea).
Considero que el Botox es un cuerpo extraño tóxico y no recomiendo usarlo con fines cosméticos. Las personas con síndrome de Hashimoto deben ser especialmente cautelosas con las toxinas, ya que suelen ser desencadenantes de los síntomas.
De hecho, un estudio encontró un posible vínculo patogénico entre el Botox y la enfermedad tiroidea autoimmune.
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Dr. David Garita